Tratado Antártico

Es un acuerdo internacional para preservar la Antártida. La idea fue propuesta por el presidente Eisenhower, esperanzado por el éxito del Año Geofísico Internacional.

Durante ese periodo las naciones participantes aplazaron sus diferencias políticas y trabajaron juntas en la Antártida para estudiar la actividad de las manchas solares y sus efectos sobre la Tierra y su atmósfera. Los estudios produjeron importantes avances en las ciencias físicas.

El Tratado Antártico fue firmado el 1 de diciembre de 1959 por los doce países que habían mantenido estaciones de investigación sobre el continente durante el Año Geofísico Internacional: Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Gran Bretaña y Estados Unidos. El tratado entró en vigencia en junio de 1961, inicialmente por un periodo de 30 años, y ha sido desde entonces firmado por un total de 27 países. Su declaración de principios incluye la preservación de la Antártida para fines pacíficos, la promoción del libre intercambio de investigaciones científicas y la conservación del continente libre de explosiones nucleares. Aunque nada decide sobre las reivindicaciones territoriales de algunas naciones, declara inadmisibles otras que pudieran surgir acerca de la incorporación de otros países y veta todas las operaciones militares.

En el año 1980 la protección se extendió a los recursos marinos, y en 1991 se impuso una prohibición de 50 años a la actividad minera.

Las reuniones son bienales, y las decisiones de los países firmantes originarios deben adoptarse por unanimidad.